miércoles, 1 de diciembre de 2010

EL CÒDICE DE HUAMANTLA, AHORA EN LA BIBLIOTECA DIGITAL MEXICANA.


Con el lanzamiento de la página http://www.bdmx.mx/ inicia operaciones la Biblioteca Digital Mexicana; entre los documentos que se pueden consultar está el Códice de Huamantla y el Códice del Plan de Ayala

NOTA E INFORMACIÓN CORTESÍA DEL INAH

CIUDAD DE MÉXICO, México, nov 26, 2010.- Con una selección de tesoros documentales mexicanos, de los periodos prehispánico colonial, la Independencia y la Revolución, hoy fue abierta la Biblioteca Digital Mexicana (BNMx), a través de la página de Internet www.bdmx.mx.

Impulsada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Archivo General de la Nación (AGN) y el Centro de Estudios de Historia de México (CEHM-Carso), anoche fue presentado el portal Web de la BNMx, cuyo lanzamiento se realiza con un acervo digital de cerca de veinte documentos históricos, resguardados por estas instituciones, que abarcan del año 500 a 1949.

La iniciativa, que nació a partir de la colaboración de las instituciones mencionadas con la Biblioteca Digital Mundial, tiene por objetivo formar una base de la riqueza documental de México, para que pueda ser consultada desde cualquier punto del orbe.

Durante la presentación del sitio electrónico, encabezada por Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, se destacó la colección digital de códices mexicanos que se incluyeron: Chavero de Huejotzingo, Colombino, Huamantla, Sigüenza y Matricula de Tributos, bajo custodia del INAH.

Así como los códices Totomaxtlahuaca, bajo resguardo del CEHM, el Techialoyan de Cuajimalpa y la serie de Códices del Marquesado del Valle, estos dos últimos custodiados por el AGN.

Al respecto, Alfonso de Maria y Campos, director del INAH, destacó la importancia de que la historia del país sea digitalizada "para que la relevancia de todos los pueblos esté presente, a través de acervos de más de cien bibliotecas de diversos países, en una sola página de internet".

En el portal de la BDMx ya se pueden consultar y apreciar dichos códices, donde se muestran imágenes y la descripción de cada uno, como el caso del Huamantla, que data de 1592 y describe la emigración de un grupo de otomíes desde Chiapan, en el actual Estado de México, hacía Huamantla, hoy Tlaxcala.

El Colombino, elaborado en el siglo XII, muestra la hazaña política y militar en el siglo XI del señor mixteco Ocho Ciervo (también conocido como Garra de Tigre), así como las del soberano Cuatro Viento, junto con las ceremonias religiosas que marcan estas hazañas, a su vez la pintura contiene anotaciones en mixteco escrito con caracteres latinos, probablemente agregadas en 1541.

El Chavero de Huexotzingo, hecho en 1578, da testimonio del sistema tributario y la economía de la región que ocupa el actual estado de Puebla; por su parte, La matrícula de los Tributos, realizado entre 1522 y 1530, registra en escritura pictográfica los tributos que los pueblos pagaban a México-Tenochtitlan, durante el periodo de la Conquista; a su vez el Mapa de Sigüenza, del siglo XVI, narra la migración de los mexicas desde Aztlán a Tenochtitlan.

Otro de los documentos antiguos que se integraron a la Biblioteca Digital Mexicana, es el Catecismo Testeriano (1524), el cual contiene dibujos que los religiosos hicieron para llevar a cabo su labor evangelizadora, debido a que en los primeros años de la Conquista aún no habían aprendido las lenguas indígenas.

A esta colección digital se suma el Códice Totomixtlahuaca (1584), documento pictográfico indígena, proveniente del área cultural tlapaneca-nahua-mixteca del estado de Guerrero. Se refiere principalmente a la población llamada Totomixtlahuacan y en él se escribe que fue hecho en el año de 1584, aunque parece haber sido retocado con posterioridad, probablemente por la propia comunidad que lo elaboró.

También se incluyen el libro en náhuatl Huey tlamahuizoltica de 1649, documento clave para la historia guadalupana; el Códice Techialoyan de Cuajimalpa (1500-1699) que contiene la descripción del establecimiento de las comunidades indígenas en diversos lugares del valle de México, incluye un mapa regional, datos topográficos, históricos, económicos y descripciones ecológicas.

La BDMx incorporó además los Códices del Marquesado del Valle, creados durante el siglo XVI y que consta de una colección integrada por 33 documentos. El Marquesado fue el territorio donado por la Corona el 6 de julio de 1529 a Hernán Cortés como reconocimiento de sus servicios. Estos manuscritos se acompañan de documentos hechos por los descendientes del conquistador español.

Del periodo de la Independencia de México se incluyen el Manifiesto al mundo de Agustín de Iturbide, un manuscrito teñido con sangre, encontrado entre la faja y la camisa del personaje histórico después de su fusilamiento, el 19 de julio de 1824. El documento fue escrito por Iturbide durante su destierro en Italia.

De esa misma época se presenta el Plan de Independencia de la América Septentrional o Plan de Iguala, proclamado el 24 de febrero de 1821 por Agustín de Iturbide, declarando la independencia de la entonces llamada América Septentrional (México).

De la Revolución Mexicana se incluye el Plan de Ayala escrito por Emiliano Zapata y Otilio Montaño, firmado el 25 de noviembre de 1911, proclamado en Ayala, Morelos, el 28 de noviembre del mismo año. Es el manifiesto de la rebelión zapatista tras su ruptura con el iniciador de la Revolución, Francisco I. Madero.

En su intervención, Andrea Martínez Baracs, presidenta de la Biblioteca Digital Mexicana, indicó que el objetivo de la BDMx "es digitalizar y conservar documentos de valor histórico para el país, a fin de acercarlos a la docencia, la investigación y la cultura; es por esta razón que se convocará a todas las bibliotecas y archivos del mundo que cuenten con material de México, para poder integrarlo a nuestra biblioteca".

Acompañada de Aurora Gómez-Galvarriato, titular del Archivo General de la Nación, Julieta Gil Elorduy, directora de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, mencionó que la BDMx, "contiene ya la colección pictórica mexicana más grande; esta iniciativa es una excelente herramienta de consulta uniendo tradición con tecnología".

Manuel Ramos Medina, director del CEHM-Carso, comentó que con este repositorio digital "se logra un proyecto muy original, que no se había hecho anteriormente en país, acercando a nuevas generaciones a la historia de México".

"Hoy en día muchos archivos y bibliotecas están digitalizando sus fondos y abriendo páginas de Internet donde muestran una selección. La novedad de esta iniciativa es que es interinstitucional en su dirección y en su convocatoria, para seguir formando una base que refleje la riqueza documental del país dentro y fuera de él", finalizó.

Códice de Huamantla Se desconoce el contexto específico en el que fue realizada esta pintura, pero es claro que su objetivo es enaltecer la historia legendaria de los otomíes de Huamantla (hoy en el estado de Tlaxcala) en el contexto de la nueva dominación española. Por ello, sus dos grandes temas son su origen y sus méritos. El que ocupa el mayor espacio, al centro, lo que denota que era el tema planeado inicialmente, es el de la peregrinación que condujo al asentamiento de ese grupo otomí en Huamantla. El segundo grupo pictórico, añadido arriba por otro artista, en espacio y escala más reducidos, se ocupa de la participación otomí en la conquista de México y de su vida bajo el dominio español.

La cultura otomí aparece para entonces, siglo XVI, permeada por la nahua en su cultura material, su lengua y su mitología. El códice describe la peregrinación efectuada por un grupo otomí, desde Chiapan, en el actual estado de México, hasta la provincia de Tlaxcala y en particular la zona de Huamantla, al este de esa provincia, en el periodo Posclásico. La peregrinación fue emprendida con la protección de la diosa Xochiquétzal y de Otontecuhtli, señor de los otomíes y del fuego.


Las glosas contienen los nombres de los principales que guiaron la peregrinación. Esos y otros personajes en el códice aparecen con su glifo onomástico. La trayectoria de los peregrinos es marcada, según la clásica representación mesoamericana, con huellas de pies. Los lugares visitados son referidos por sus glifos toponímicos y en algunos casos por sus mitos fundadores. Es el caso de Teotihuacan, lugares de las grandes pirámides del periodo clásico, que aquí aparecen cubiertas de vegetación, es decir, abandonadas: junto a ellas es representado el mito nahua del nacimiento del sol. EL centro político del imperio azteca, la ciudad de Tenochtitlan, evitada por los peregrinos, es representada con su glifo y un dios tutelar, posiblemente Huitzilopochtli. Una batalla, la de Atlancatepec que opuso a los migrantes con otros otomíes defensores de la frontera tlaxcalteca, es representada en torno a la representación simbólica de la guerra: la trenza de agua y fuego, atl- tlachinolli.


Huamantla se encuentra al pie de la montaña llamada La Malinche. Su nombre original era Cuauhmantla, “donde se extiende el bosque”, y su representación aquí es una montaña con un venado, una serpiente y diversa flora. El asentamiento de los otomíes es igualmente representado: sus siembras, y cuatro casas, que representan los barrios en que se subdividian, con los jefes de éstos y la flor emblemática de cada uno. Dos de esos jefes eran Señor Buitre Real, Cozcacuauhtli, y Señor Pavo, Huexolotzin.

En la parte superior de la pintura, un artista diferente registró algunas escenas posteriores a la llegada de los españoles, en 1519. La principal es la participación de los otomíes de Huamantla en la conquista de México: en primer lugar, la batalla de Tecóac, paso por donde entraron las fuerzas de Hernán Cortés, provenientes de la costa del Golfo de México, en territorio tlaxcalteca. Los otomíes en el Posclásico eran guerreros que solían dedicarse a resguardar las fronteras de diversos señoríos. Los de Huamantla cuidaban el perímetro norte de la provincia tlaxcalteca, y así se encontraron al frente del esfuerzo bélico de ese pueblo contra los invasores españoles. La escena muestra varios guerreros otomíes sangrando o desmembrados, y a dos españoles. El de barba y pelo rojizo es el conquistador Pedro de Alvarado. Los españoles vencedores entraron en Tlaxcala. Los otomíes son representados dando mantenimientos a los españoles y cuidando sus caballos.


En la orilla superior de la pintura figuran los tributos pagados por los otomíes de Huamantla a la Corona española: huevos, pavos, pienso para caballos, collares de turquesa. Unas líneas escritas en náhuatl anotan: “Aquí llegó el capitán [Hernán Cortés] hace setenta y tres años”. Lo que nos da la fecha de elaboración de esta parte de la pintura: 1592. Como estas escenas al borde la pintura son verosimilmente posteriores a la representación en la parte central, podemos considerar que esa es la fecha de terminación de la obra como tal. Finalmente, los fragmentos mexicanos del Códice de Huamantla incluyen también la representación del monasterio franciscano, la iglesia y un fraile franciscano. Este debe ser el guardián fray Pedro Meléndez, quien inició esas construcciones en el año de 157

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