

“MUÉGANOS HUAMANTLECOS”
POR: GABRIEL FLORES HERNANDEZ.
· Hoy, Día de la "Santa Cruz" y de los albañiles.
* Inicia el quinto mes del año.
· Mayo, mes de María y de ofrecer flores.
· La Beatificación de S.S. Juan Pablo II.
· Festejará el Sindicato 7 de Mayo, su Aniversario.
Día de la Santa Cruz... y de los albañiles...Hoy amigos lectores, es el día de la Santa Cruz, motivo por el cual se hará la levantada de la cruz en aquellos inmuebles que se encuentran en construcción; es también el "Día de los albañiles", y de quienes no lo son como: arquitectos, ingenieros civiles etc, por lo que ésta vez no habrá “San Lunes” sino San Martes y San Miércoles por aquello de que “amanecerá crudo el gallo de la tía Casilda” según el dicho popular... por aquello de tanta bebida espirituosa… en fin.
Durante el 3 de Mayo los albañiles construyen altares dedicados a la cruz, los adornan con flores, velas y papel de muchos colores. La gente que trabaja en las construcciones para de trabajar al medio día, y se espera que realicen alguna celebración, siendo el padrino el patrocinador de la obra. Una noche anterior se prepara una cruz hecha de desperdicio de la obra y la adornan con lo que se encuentran a la mano. Esta cruz es colocada en el lugar más alto de la obra y la terminan de adornar con papeles de colores y flores.
Una vez instalada la cruz y el altar comienza la fiesta a la cual se invita a los conocidos y familiares, durante la fiesta suelen tirarse fuegos pirotécnicos, se lleva a la construcción a una banda de música para amenizar el momento; luego se pasa a la comida donde se sirven platillos típicos del lugar, como puede ser carnitas, pozole, tamales, etc. Y por último comienza el baile, y así esta celebración se alarga todo el día.
Hoy es la fiesta principal allá en la comunidad de Texocuixtpan, Puebla, en donde se venera la milagrosa imagen del Señor de la Buena Muerte, cuyo templo resulta insuficiente por la cantidad de familias y peregrinos que de toda la región llegan a elevar sus oraciones al creador. Aquí en Huamantla las líneas de autotransporte se organizan para realizar viajes a aquella localidad poblana, pero también son muchos los que como manda o promesa se van caminando, caminan toda la noche, llevando consigo víveres para sobrevivir aquella travesía.
Llegamos al quinto mes de éste flamante 2011… El mes de Mayo, plagado de sendos festejos, ya el domingo pasado se celebró el Día del trabajo, el jueves venidero será un aniversario más de la Batalla de Puebla, la próxima semana será Día de la Madre… en fin será un mes muy fiestero.
La morena colaboradora escribe.- Nuestra iglesia católica, dedica este mes sus oraciones a la Santísima Virgen María, motivo por el cual desde el pasado primero de mayo, ha comenzado esa bella tradición en los templos cuando son llevadas las niñas vestidas de blanco, para ofrecer flores, a la virgen, todas las tardes.
El domingo pasado, se realizó la Beatificación de Su Santidad Juan Pablo II, desde el Vaticano en Roma, Italia; y hay que decirlo, en un mundo convulsionado por la guerra, sismos y tsunamis, tornados y tormentas devastadores, incendios forestales en grandes extensiones, violencia, crimen organizado en crecimiento desproporcionado, encontrarnos espiritualmente con aquel representante de la iglesia que decidió en 1979 visitar por primera vez México y otros muchos países, donde dejó paz, humildad y humanidad; que dejó de existir hace seis años, que movió multitudes, hoy su beatificación volvió a reunir a millones de personas en todo el orbe, se sabe de milagros realizados en vida y después de su muerte, no dudamos de su pronta elevación a Santo, su presencia ayer y hoy, nos deja nuevamente espacios de paz y fe, que esperamos se extienda a todos los países del mundo, a todas esas regiones que viven momentos de incertidumbre y temor.
A Juan Pablo II, le recordamos por aquellas visitas a nuestro país, que dejaron honda huella entre todos: En 1979, tres meses después de asumir el liderazgo católico, el polaco Karol Wojtyla provocó una epidemia prolongada de gritos entre los fieles, y olas de gente flanquearon su tránsito del aeropuerto del DF a la Catedral Metropolitana, cuentan algunos de los religiosos que estuvieron a su alrededor entonces
Su paso por las calles en la ciudad de México provocó una epidemia de gritos prolongada. Ese comportamiento de júbilo contagioso homenajeaba la presencia de aquel extranjero que apenas unos minutos antes había llegado y besado suelo mexicano. La fecha: 26 de enero de 1979. El personaje: el papa Juan Pablo II, quien apenas hacía tres meses había asumido su pontificado.
A 32 años de su visita por primera vez a tierra mexicana, obispos y sacerdotes, a quienes les tocó participar de manera cercana en los eventos que se organizaron para el papa Juan Pablo II en México, reviven los momentos de euforia colectiva que se experimentaron ante la presencia del Sumo Pontífice. Los testimonios coinciden: nunca habrá una expresión de fe en todo México como aquella vivida durante el primer encuentro con el Vicario de Cristo.
En la primera ocasión olas de gente flanquearon el recorrido desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México hasta la Catedral metropolitana. Un cálculo aproximado estableció que 5 millones de personas llegaron de distintas partes de la República Mexicana e incluso del extranjero para verlo.
El padre José de Jesús Aguilar, a quien en aquel entonces le tocó ser acólito de libro durante la primera celebración eucarística realizada por el Santo Padre, recuerda el griterío de la gente. Apenas veían que se iba acercando y se transformaba el rostro de hombres y mujeres en lágrimas, gritos, muchos se desmayaban, otros se quedaban mudos porque ya no era suficiente la voz para expresar su alegría.
Cuando estuvo el Papa frente a la Catedral en una actitud que nadie esperaba, de manera especial porque las manifestaciones religiosas estaban prohibidas en público, bendijo desde el atrio al tumulto y los gritos irrumpieron.
Fue una reacción al unísono. “Curiosamente, los obispos, seminaristas y sacerdotes preparados para guardar el orden fuimos contagiados, de tal manera que el cardenal Ernesto Corripio Ahumada, junto con obispos, sacerdotes y seminaristas, empezaba a gritar ‘Papa amigo, México te quiere’ y a mover brazos, como no acostumbraría a hacerlo una persona de su jerarquía.
“Cuando entró tuvimos que guardar compostura, pero yo empecé a sentir un nervio tremendo y un vacío en el estómago, y cuando el Santo Padre se acercó al Altar del Perdón, donde yo estaba, seguramente lo sintió y me dijo: ‘no tengas miedo, estás con el papa’. Su sonrisa me tranquilizó”, recuerda el sacerdote José de Jesús Aguilar.
Minutos después el propio Juan Pablo II reconoció esta fe del pueblo mexicano durante su homilía en la Catedral al decir: “De mi patria se suele decir: Polonia, semper fidelis. Yo quiero poder decir también: México, semper fidelis: México, siempre fiel”.
“Todos quedamos marcados por esa visita. No había experiencias anteriores, no fue improvisada, pero lo cierto era que no sabíamos qué pasaría de manera concreta con la respuesta de la gente. Ni él ni mucho menos nosotros esperábamos que hubiera una reacción tan emotiva del pueblo”, cuenta emocionado el obispo en retiro Abelardo Alvarado.
Los religiosos aseguran que esa primera visita a tierra azteca le imprimió el sello a su pontificado de papa peregrino. Incluso, recuerdan que el propio Wojtyla había dicho a partir de esta experiencia que si la gente necesita tener cercano al papa, pues él debía de acercarse. De ahí hasta abril de 2005, fecha de su muerte, realizaría 104 viajes fuera de Italia, cuatro más a México.
Antes de su llegada en ese 1979 hubo cierta expectativa donde incluso le dijeron a la gente que no saliera de sus casas por seguridad, que viera la llegada y su recorrido en sus casas por televisión. Las autoridades no deseaban que se desbordara el entusiasmo. Muchos desobedecieron. Pensaron que podría haber sido la única visita de un papa a México y tapizaron las calles. “Al principio fue curiosidad y a partir de que el Papa bajó del avión y se inclinó para besar el piso mucha gente se sintió ligada y cercana al Santo Padre, salieron corriendo a las calles para verlo pasar”, dice José de Jesús Aguilar.
Sinceras condolencias a la Licenciada Adriana Moreno Durán, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, en el Estado por el sensible fallecimiento de su hermano Rufino “Mauro” Moreno Duran, que el pasado fin de semana cerró sus ojos a la paz del sueño eterno, deseando en nuestras creencias religiosas encuentren alivio a su dolor.
Extensas felicitaciones a todos, absolutamente a todos los miembros del Sindicato 7 de Mayo, que el próximo fin de semana estarán de manteles largos, festejando un aniversario más de vida de dicho Sindicato, al frente de la estimada señora Guadalupe Rodríguez Guzmán, quien es su secretaria general, a quien enviamos un saludo de estas sencillas líneas.
Extemporáneas, pero sinceras felicitaciones a mi fiel compañera Bere, que por estas fechas estuvo de manteles largos, celebrando su cumpleaños, deseando la haya pasado muy a gusto.
Gentiles lectores, por hoy hasta aquí, le recuerdo como siempre; si viene de visita a Huamantla, saboree nuestros exquisitos “muéganos” y lleve a sus más estimados, estos suculentos panecillos, que se elaboran únicamente aquí en Huamantla, no hay más. Le recomiendo visitar los templos religiosos y museos del Centro Histórico de Huamantla, como es el Museo Nacional del Títere, Museo de la Ciudad y el Museo Taurino. Agradezco la comunicación que han tenido a bien enviarme a través de mueganoshuamantlecos@hotmail.com y la visita que han realizado, dejando sus comentarios en mi blog – Revista Digital: www.mueganos-huamantlecos.blogspot.com ¡chéquelo!... y ¡Hasta Moxtla!.
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