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TORNADO DESTRUYE UNA BODEGA EN EL MUNICIPIO DE ALTZAYANCA

Por El Sol de Tlaxcala
Lunes, 11 de Julio de 2011 | 07:26

Altzayanca, Tlaxcala.- La implacable fuerza de la naturaleza destruyó en segundos una bodega seleccionadora de durazno en la comunidad de Nazaret, municipio de Altzayanca, ocasionando pérdidas materiales cercanas a los seis millones de pesos.

Según cálculos de personal de Protección Civil, el tornado pudo haber alcanzado una potencia de unos 120 kilómetros por hora, para ocasionar los severos daños que dejó en esa bodega, que además de tener una buena construcción, estaba reforzada con acero que quedó doblado y torcido ante la fuerza de este tipo de fenómenos, que cada vez son más frecuentes en la zona oriente de la entidad.

De acuerdo a los datos proporcionados por el propietario, Pablo Lima Romero, las pérdidas económicas de toda una vida de esfuerzo y trabajo ascienden a cerca de los seis millones de pesos, debido a que el meteoro destruyó en su totalidad la construcción, partió en dos el motor de un tractor y destruyó la maquinaria seleccionadora del durazno, además de una serie de insumos del campo que se encontraban en ese lugar.

Precisó que, en cuestión de segundos, un enorme tornado cayó sobre su propiedad. "Veníamos en el camino rumbo a la bodega a unos 500 metros de distancia cuando de pronto nos atacó un fuerte viento que levantó una gran cantidad de polvo, para cuando pudimos ver ya había causado todo este destrozo".

Agregó que nunca habían visto como, con implacable fuerza, la naturaleza, ocasionara este tipo de desastres, ya que además de derribar por completo su empresa familiar, también arrancó árboles por caminos aledaños "destruyó la bardas, separó los castillos de los muros y torció el acero que sujetaba la techumbre, además toda la estructura metálica cayó sobre la maquinaria agrícola, milagrosamente una camioneta que teníamos aquí se salvó por unos centímetros de ser también aplastada, arrasó con todo, la bodega de 600 metros cuadrados, derribó la techumbre sostenida con monten reforzado sujeto a los castillos de cemento".

Ante el impacto, Lima Romero solo repetía una y otra vez "nos cayó una bomba", y añadió que a menos de medio kilómetro del lugar del siniestro, a bordo de sus camionetas sintieron el impacto de tierra y agua, que dejó a su paso el tornado. "No nos imaginamos lo que pudo haber pasado, destruyó por completo la obra civil, estaba bien reforzado teníamos columnas cada cinco metros, viguetas de 15 metros que fueron desprendidas de la estructura metálica".